La Voz y el Pobrecito Hablador

Bueenas a todos

Solo quería comentaros que soy La Voz de La Puerta Oscura en Zaragoza ^^ Estoy contentísima por este nuevo "rango" que me eleva a ser socia de CarliMagni. Como todos sabéis - o quizá no, hmmm - La Puerta Oscura es la trilogía gore que nos brinda el - genialísimo - escritor zaragozano David Lozano Garbala. Ya os dije que la segunda parte, El Mal, acaba de salir a la venta y este jueves, día 26, David presenta su libro. La firma comenzará a las 18h en el Corte Inglés de Indepencia y será seguida por una presentación en el Hotel Zentrum, en la Calle Coso. Así que estáis todos invitados!

Como La Voz, me encargaré de hacer una detallada crónica para la web oficial y una entrevista al autor, así que si tenéis alguna duda que os corroe no dudéis en dejarla aquí y haré lo posible para que David os la resuelva.

Además el concurso de la web de fans ya ha publicado su fallo y me enorgullezco - qué jactanciosa, juas, juas - de haber quedado primera finalista, osease algo así como segunda, en la categoría de escritura. Para no empacharos con tanta Puerta Oscura colgaré mi relato en un futuro no muy lejano... <3 align="justify">Y cambiando radicalmente de tema, hoy es el bicentenario del nacimiento de Mariano José de Larra, ergo, el nacimiento de uno de los grandes del Romanticismo - aunque me quedo con Espronceda +.+

Pues Larra, a parte de escritor, se dedica al periodismo y escribe artículos en los que critica la sociedad española de su época. Escribe bajo pseudónimos tan famosos como Fígaro, Duende, Bachiller, El Español o El pobrecito hablador. Larra se suicidó tras un desengaño amoroso, alcanzando así el punto más álgido de los cánones románticos.

Aquí os dejo un fragmento de su artículo El reo de muerte:

Un pueblo entero obstruye ya las calles del tránsito. Las ventanas y balcones están coronados de espectadores sin fin, que se pisan, se apiñan, y se agrupan para devorar con la vista el último dolor del hombre.

–¿Qué espera esta multitud? –diría un extranjero que desconociese las costumbres–. ¿Es un rey el que va a pasar; ese ser coronado, que es todo un espectáculo para un pueblo? ¿Es un día solemne? ¿Es una pública festividad? ¿Qué hacen ociosos esos artesanos? ¿Qué curiosea esta nación?
Nada de eso. Ese pueblo de hombres va a ver morir a un hombre.

–¿Dónde va?
–¿Quién es?
–¡Pobrecillo!
–Merecido lo tiene.
–¡Ay!, si va muerto ya
–¿Va sereno?
–¡Qué entero va!

He aquí las preguntas y expresiones que se oyen resonar en derredor. Numerosos piquetes de infantería y caballería esperan en torno del patíbulo. He notado que en semejante acto siempre hay alguna corrida; el terror que la situación del momento imprime en los ánimos causa la mitad del desorden; la otra mitad es obra de la tropa que va a poner orden. ¡Siempre bayonetas en todas partes! ¿Cuándo veremos una sociedad sin bayonetas? ¡No se puede vivir sin instrumentos de muerte! Esto no hace por cierto el elogio de la sociedad ni del hombre.

Besos ^^
Nat