¡Se te ha enfriado el chocolate!

Os sitúo. Hoy es 5 de marzo del 2009 - a ver quién no sabe esto xD -. Hace ya unos cuantos años, en 1838, España se encontraba imbuida por la primera Guerra Carlista. ¿Y qué es esto? Muy fácil. Cuando Fernando VII muere, su heredera Isabel II cuenta con tres primaveras y parece ser que la corona le viene un poco grande. Así que su madre, Maria Cristina, que es la reina regente, se une a los liberales para conseguir que su hija reine algún día. Claro que no todo son maravillas. Los absolutistas, partidarios del Antiguo Régimen, defienden los derechos al trono de Don Carlos, hermano de Fernando VII y al que ya creen lo suficiente mayorcito para reinar. Y así se desencadenó una guerra civil que enfrentó a liberales o isabelinos y a absolutistas o carlistas.

Pues bien, dentro de esta atmósfera taaan reconfortante, estaba Zaragoza, que era una ciudad muy bien situada y un punto estratégico muy deseado. Durante la regencia de Maria Cristina, Zaragoza era liberal, pero sus tropas fueron enviadas a llevar a cabo una expedición. Aprovechó entonces Juan Cabañero, carlista convencido, para asaltar la ciudad con 2.800 infantes y 300 hombres de caballería. Su intención rayaba más en saquear la ciudad que en ocuparla permanentemente.

La noche del 5 de marzo, gran parte de Zaragoza estaba ocupada, pero las noticias vuelan: la tropa isabelina volvía a Zaragoza. Los carlistas, asustados, decidieron abandonar la ciudad en menos que canta un gallo. Tras este fracaso carlista, Zaragoza recibe la titulación que yo siempre menciono: Siempre Heroica.

Bien, y os preguntaréis, ¿a qué viene el título tan chorras de la entrada? Pues se cuenta que Cabañero, nada más llegar a la ciudad, fue a una chocolatería y se pidió un buen tazón de chocolate. Mas al recibir la noticia de que las tropas isabelinas volvían dispuestas a combatir, se fue corriendo. Cuando se puso fin a la Guerra Carlista y Cabañero se volvió liberal, hubo un desfile en Zaragoza. Los mañicos, al ver al ex-carlista, le gritaron: "¡Cabañero, que se te ha enfriado el chocolate!"

Y así nació nuestra cincomarzada.
Qué la disfrutéis todos los zaragozanos, que un puente siempre viene bien.