jueves, 4 de junio de 2009

Lecturas IV y V: Dramas venecianos

"¿Ha estado Shakespeare ciertamente en Italia alguna vez? ¡Tantos se han hecho esta pregunta, incitados por este conocimiento que él demuestra de sus lugares, sus costumbres y sus leyendas! (...) Lo mismo que se hubiese acercado, como tantísimos viajeros de entonces, a aquel centro de arte y literatura que era Italia, como que no hubiese puesto jamás su planta en ella. (...) Lo que otros, que auténtica y físicamente estuvieron allí, no acertaron a ver, quizá junto a sus ojos, él lo presintió desde lejos con ese insospechado sentido del genio..."

Otelo
El moro de Venecia
William Shakespeare


De esta obra recelaba un poco - todo hay que decirlo. Me sonaba más lejana. Shakespeare, Romeo, Julieta y Hamlet. ¿Y ahora qué? ¡Cuánto me alegro de haberme equivocado! Ciertamente, no la tomé con tanto entusiasmo pero qué bueno ha sido conocer a Otelo, a su enamorada Desdémona, a Casio y al "bueno de" Yago...

Con este comienza la obra. Yago, que jura por el bifronte Jano - espero que se note la ironía, Yago a partir de ahora es para mí la hipocresía en persona, eso sí, rozando la genialidad -, alferéz del afortunado moro Otelo, arde en celos. Otelo ha nombrado su teniente a un gran aritmético a fe suya, esto es, Miguel Casio. Obviamente, a su juicio, él merecía como ningún otro el puesto. Así, ayudado por el hidalgo veneciano Rodrigo, tejerá un plan para vengarse de su señor... Y este plan se centra en Désdemona, joven con la que el moro se ha fugado y casado en secreto.

Al padre de aquella, Barbancio, no le hace mucha gracia que su hija se haya casado con un errante vagabundo que es extranjero aquí y en todas partes, aunque al final acaba aceptando la unión. Desdémona y Otelo parten entonces a Chipre, donde comienza la acción... Yago envenenará los oídos de su amo con palabras acerca del persistente "coqueteo" que existe entre su esposa y su teniente... Y así matar dos pájaros de un tiro.

Otelo es considerada la obra de celos por excelencia. Y qué razón tienen.


Cuidado con los celos,
es monstruo de ojos verdes, que se nutre
de la carne que él mismo se procura.


A mí me ha parecido, sencillamente, grandiosa.

El mercader de Venecia
William Shakespeare



Antonio, mercader de la ciudad veneciana, se ofrece como fiador para un préstamo que el avaricioso judío Shylock ha aceptado a hacer a su amigo, Bassanio, enamorado de una joven que vive en Belmonte... Los términos del "pagaré", como lo llama Shakespeare, no pueden ser tachados sino de inusuales. Si en la fecha acordada 3000 ducados no son devueltos a Shylock, éste tendrá derecho a cortar una libra de carne del mercader - aunque no sucede lo mismo con su sangre...

Antonio, confiado, no siente ningún temor, pues sus bajeles van viento en popa - nunca mejor dicho - a la busca de los mejores mercados mundiales. Así pues manda a Bassanio a conquistar a la joven que responde al nombre de Porcia y que anda buscando marido a través de un pequeño-llamémosle-juego que su padre organizó antes de morir.


Esta obra ha sido con la que menos he disfrutado... Claro que es imposible no disfrutar con Shakespeare pero creo que la he cogido en mala época - exámenesexámenesexámenes - y que por eso se me ha hecho más pesada. Sin embargo, hay pasajes realmente memorables, como el del anillo o incluso la genialidad del cofre de plomo...

No dejéis de leerla por mis palabras. Últimamente el cansancio me puede, pero éste se va a evaporar ahora que me voy, nada más y nada menos, a Madrid, a la feria del libro. Así que estos días no me busquéis por aquí ^^

¡Disfrutad!
Besos

Nat

2 comentarios:

Thurvangar dijo...

He tenido que leer Othello y Macbeth en inglés este año. Y la verdad es que Shakespeare es genial. El cuádruple mejor que Cervantes.
Así soy yo, exaltando lo nacional xD

nonosasustanlosvampiros dijo...

La de tiempo que hacía que no me pasaba por los blogs!!! (inclusive el mio)
Asi que cotilleando cotilleando he visto una actualización con LA CANCIÓN si,si LA CANCIÓN (me refiero a la de expiación jajja)

Es que es escucharla y...aiiiis (L)

Después de mi pequeña aparición por blogspot me voy,que Félix nos está echando de la sala de informática y no me da tiempo a apagar el ordenador :S

Besos!