jueves, 12 de noviembre de 2009

Cogito ergo sum


Estar frente a tal obra de arte abruma. Abruma mucho. Ver algo como esto, perdida en Valencia, me hace estar orgullosa de que me guste lo que me gusta, y poder disfrutar tan solo unos minutos observando al Pensador e intentando descifrar la causa de su ceño funcido, de su figura encorvada y de su perfil tan famoso, porque puede que nunca más lo tenga tan tan tan cerquita como esta tarde allá por las cuatro de la tarde, con los nervios de cosas tan nimias como llegar tarde al autobús.

Y llegas, lo ves, te sientas en el suelo a charlar con tus amigas, pero no puedes dejar de mirarlo, porque sabes que es Él, que es el Pensador que ilustra tu libro de Filosofía y el que ha pasado a la Historia. Y lo has sentido tan cerca...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jeje que suerte ahí cerquita de una obra de arte... yo me sentí parecido cuando vi Las Meninas

maRini dijo...

Oh dios mio, ¿por qué esta entrada hoy?
Esa soy yo, con mi ceño fruncido ante mi exteeeeeenso examen de filosofía. Y una cosa si te digo, no creo que este hombre estuviese pensando en el ahogalibertades de Platón,eso seguro!
Abrumador es, pero yo no sabría muy bien por qué motivo...

Clara dijo...

Muchas gracias por tu comentario :) Y sí, obvio que me gusta jason mraz xD
Solo me he leído un par de tus entradas, y de momento me gustan mucho.
Voy a seguir curioseando <3

Helena Luna dijo...

Pienso luego existo. Es genial que quede gente que valora el arte como se hacía en la Antigüedad. ¡Que no se nos tache luego de deshumanizados, que no hay expresión más grande del alma humana que una pintura o una escultura así!
Besazos al óleo.
Lena

Un día de verano dijo...

Es raro cuando después de haber visto algo muchas veces en fotos, estás enfrente de ello. Me pasó con la torre Eiffel. Desde abajo me sentí rara. xDD
Respecto a lo de las piscinas.. bff quedarse en las fáciles es aburrido. Aprendes a nadar cuando no hay fondo y tienes que defenderte por ti misma, ¿no?
=) Saludos