miércoles, 6 de enero de 2010

Mató usted, Rodión Románovich

A mí entender , si los descubrimientos de Kepler o de Newton, por los motivos que fueran, no hubieran podido ser conocidos, sino a costa del sacrificio de una persona... o de diez, o de ciento, o de cuantas usted quiera poner... que fueran un estorbo para esos descubrimientos o que se alzaran como un obstáculo en su camino, Newton habría tenido el derecho, incluso la obligación, de eliminar a esas diez o a esas cien personas para hacer llegar sus descubrimientos a la humanidad entera. Lo cual no significa que Newton tuviera el derecho de matar a diestro y siniestro a quien quisiera o de robar a diario en el mercado (...) Los Licurgos, los Solones, los Mahomas, los Napoleones y demás..., todos sin excepción, fueron delincuentes aunque solo sea por el hecho de que, al promulgar una ley nueva, violaban la antigua venerada por la sociedad y legada por los padres.
Hace pocos días terminé Crimen y castigo, obra del ruso Fiódor Dostoievski. Llegó a mis manos tras una obsesión de lectura rusa la Navidad pasada. En verano comencé con Guerra y Paz - como todos muy bien sabéis - y ahora la continúo con Crimen y Castigo (y la completaré con Anna Karenina algo más adelante), pese a ser estas dos obras completamente diferentes.

En Guerra y Paz abundan los personajes y sus diferentes psiquis, relaciones, cambios, humores, muertes... En Crimen y Castigo, Dostoievski se centra en el carácter de un solo personaje: Rodión Románovich Raskólnikov. Y ¿cómo describir ese carácter? Indomable, obsesivo, problemático, ambivalente... Aunque la palabra clave quizá sea extraordinario. Raskólnikov así describe a todos aquellos que - copio literal: Cátedra, pág 365 - tienen el don o el talento de decir algo nuevo en su medio. Esta descripción aparece en esa "tesis" que expone Rodia a otros personajes y parte de la cual está copiada sobre el dibujo de San Petersburgo, ciudad donde se desarrolla la novela.

Como os iba diciendo, el foco de luz se centra única y exclusivamente - o casi - en Raskólnikov, por lo que los demás personajes de la obra pueden resultar "vacíos" si los comparamos con los variados temperamentos que describe Tolstói. Rodia - más breve y fácil de escribir - comete, de acuerdo con la idea de su entrecomillada tesis, un crimen, pues se ve sumido en la pobreza y sin medios para ayudar a su madre y a su hermana ni para continuar sus estudios - si quiera su alimentación. Comete un crimen, sí, creyéndose superior, tildándose a sí mismo de extraordinario y con el convencimiento de que era casi su obligación. Pero su carácter, mezclado con la enfermedad, no lo va a dejar tranquilo: los remordimientos, hablando en plata, van a ser mayor castigo.

Yo tenía la idea de que el libro iba a hablar del castigo, pero del castigo entendido como condena. Encerrado, encarcelado, para mí Rodión reflexionaría sobre el delito cometido. Así que me llevé bastante sorpresa al ver que la novela trata de cómo Rodia intenta subsanar el daño hecho para consigo mismo y de escapar de unos captores mitad imaginarios mitad reales. Es Crimen y Castigo una obra muy interesante, bastante menos pesada de leer que Guerra y Paz, aunque con un "trasfondo psicológico" mayor.

¿Logrará nuestro Rodia alcanzar la paz? Tan solo lo podréis descubrir leyendo la novela. Ánimo :D Merece la pena!

Besos
Natalia

1 comentario:

Laura dijo...

Me has dejado intrigada xDDD
algún día lo leeré, tengo tantos libros en la lista.. de momento creo que estoy servida, pero me lo apunto =)

Besos!