martes, 24 de enero de 2012

Madame Bovary c’est moi

Flaubert, al verse acosado por las preguntas de quién estaba detrás del personaje de Emma Bovary, dijo: Madame Bovay c’est moi. El escritor se busca, en su obra, a sí mismo: nos encontramos así con la metáfora del viaje como metatema. Los autores construyen una realidad tremendamente íntima. Sin embargo, es necesario un segundo agente que haga que la escritura se convierta de verdad en Literatura: el lector. Sartre, padre del Existencialismo, dijo: no es verdad que se escriba para uno mismo; sería un gran fracaso, pues el acto creador es incompleto. Si el autor fuera el único hombre existente, por mucho que escribiera jamás acabaría su producto. El momento en el que el autor termina la escritura es cuando comienza la literatura, porque leer es recrear y, como dijo Blanchot, un libro que no se ha leído es un libro que no se ha escrito.

La parte favorita de mis apuntes que combino en mi cabeza con el maravilloso disco All things must pass de George. El lector, la literaruta como realidad endogámica, el palimpsesto de Machado, los clásicos con su lenguaje utópico y ucrónico, el proceso de lectura de Todorov y la crítica como réctit… todo tan bonito, tan bello que os podría estar hablando de esto horas y horas. Pero debería estudiar. También debería curárseme este dolor de garganta, estas ganas de no hacer nada más que escuchar a George Harrison diciendo I’d have you anytime o If not for you the winter will hold no spring, con esa g final que se queda perdida en no sé qué punto de su garganta y me obsesiona y la mía duele y sabe a jarabe y yo solo quiero escribir, leer a Muñoz Molina, ver Sherlock, volver a ponerme el pijama y dejar de toser.

Pasad un buen día (:
Yo prometo curarme y hacer un examen de 10. Cruzad los dedos por mí para que me pregunte el tema de la importancia del lector o el debate tradición-originalidad, o la objetividad como ideal imposible de una ciencia positivista, o la figura de Platón y su creencia de que el saber ya es un bien en sí mismo. Sapere aude, ya os lo dije una vez. Atreveros a saber y seréis libres. Libres de todo excepto de los catarros.

1 comentario:

Juan A. dijo...

L'État c'est moi. Luis XIV dixit. Aunque, por supuesto, me quedo con Flaubert. Bueno, no. Mejor con Madame Bovary. Y con Ana Karenina. Por favor, puedo?