jueves, 10 de abril de 2008

La Prisión de los fantasmas


Después de tantos años, por fin podía abandonar la escuela. Así funcionaban las cosas: uno iba creciendo, pasaban los años y, cuando se aprobaban todos los exámenes pendientes, ya podía dejar atrás aquel edificio que había convivido con él casi doce años, acogiéndolo en sus largos pasillos, con puertas por doquier, y en sus clases de paredes altas y descoloridas por el paso del tiempo. Quien nunca hubiera deseado dejar atrás la escuela de una vez por todas, es que nunca había sido alumno.

Sin embargo, el joven, que esperaba llegar a ser un próspero arquitecto, en un futuro no muy lejano, no pudo evitar echar un último vistazo a su colegio, lugar donde, de una manera u otra, había madurado. Vestido de gala y situado como estaba en el centro del patio, completamente desierto a aquellas altas horas de la noche, se sentía muy, muy pequeño, en medio de todos aquellos altos bloques de edificios que lo rodeaban, que parecían brillar, debido a los destellos que producía la luna sobre los cristales de las ventanas. Soplaba una ligera brisa, que hacía que su corbata oscura, ya arrugada sobre la pulcra camisa, se balancease de manera casi hipnótica. Entonces, lo vio.

Desde una ventana, que pertenecía al bloque que se encontraba delante de él, un pañuelo blanco se agitaba. El viento…Quizá. El joven no se sorprendió. Ya esperaba aquello. Siempre había que dejar algo atrás. Y aquella vez ocurría lo mismo.

Sus fantasmas.

Todos tenemos fantasmas. Son algo etéreo, no los puedes ver, ni tocar, pero están allí, y siempre lo estarán. Sólo hay que buscar en el lugar apropiado. Y el joven sabía que la escuela era el lugar propicio para despedirse de ellos. ¿Por qué? Simple. Allí debía abandonar a sus fantasmas, que quedaban atrapados, encerrados, en la escuela, como si se tratase de una prisión que se cernía sobre ellos.

No sólo él había de despedirse, puesto que en la escuela iban quedando olvidados muchos fantasmas....Parecía que su huella hubiese sido borrada por el tiempo, pero nunca se marchaban. Siempre. Siempre estaban allí, dispuestos a acechar de nuevo. Si paseabas bajo la lluvia y pasabas por delante de tu vieja escuela, allí estaban ellos, sus figuras incorpóreas casi se podían adivinar entre las ventanas mojadas. Entonces llegaba. Repentinamente. Un recuerdo aparecía en tu cabeza: un fragmento de una conversación que mantuviste con tu mejor amigo, la broma pesada que gastaste al profesor cuando estabas en cuarto curso, la primera vez que fuiste capaz de decir algo con sentido delante de la chica a la que adorabas, tu primer examen suspendido…ese tipo de cosas.

En aquellos momentos, en los que estaba mirando, casi directamente, a aquellos fantasmas del pasado, que parecían esconderse entre las sombras, el joven recordó de golpe varias cosas, varias risas que había hecho con sus amigos, varias miradas furtivas que iban dirigidas para ella, varias ocasiones en las que la indignación, el enfado, la rabia, habían podido con él, y, se dio cuenta, de lo mucho que le dolía tener que separarse de aquellos fantasmas, que forjaban su vida entre aquellas paredes, por los que tantos años habían pasado, que tenían la capacidad de hacerte sonreír cuando estabas tristes.

Cuánto costaba despedirse de ellos.

El joven miró de nuevo al pañuelo blanco, que todavía se agitaba, movido por una mano invisible.
Tras unos minutos, se dio media vuelta.

Adiós, escuela.
Adiós, profesores.
Adiós, aulas.
Adiós, recreo.

Y luego, susurró:
- Hasta pronto, fantasmas. Hasta pronto, recuerdos.


Perdón por no actualizar en tanto tiempo! Me anunciaron ayer que he recibido una mención especial en un concurso de Ibercaja :) Podéis leer mi trabajo y el de los demás participantes clickando aquí Supongo que en los siguientes días pondré un trocito del trabajo.

Y sobre la actualización de hoy:
Con este relato he ganado el primer premio de un concurso de mi colegio ^^ Aunque cabe añadir que he sido la única participación ¬¬'
Como se puede observar, el interés por la cultura en mi ciclo y en los superiores parece ser nula.

Pronto actualizaré de nuevo, que ya tengo preparado lo siguiente =D

Fdo
Natalia L

1 comentario:

Ladynere dijo...

Tralará, sí que empiezas desde pequeñita, apuntas maneras ;)