sábado, 10 de enero de 2009

De fierecillas y domadores

Ayer, día 9 de enero, a las 22h00, se levantaba lentamente el precioso telón del Teatro Principal de Zaragoza - adoro ese telón +.+ - para dar paso a un escenario sencillo pero curioso. La función comienza y yo me revuelvo en mi asiento, en la fila número 10.

La susodicha función se trataba de la obra "La fierecilla domada" de William Shakespeare. Primero decir, que para mí ver una obra de Shakespeare me parece algo milagroso. Lo mismo opino de ir al teatro a ver clásicos. Que a través de tantísimos años se sigan representando como se hacía antes.... ains... Bueno, encabezando el programa, tenemos a Alexandra Jiménez, como Catalina, áquella conocida por su lengua indomable y su carácter arisco. Y por otro lado al enamorado de su fortuna, José Manuel Seda, Petruccio y también como Sly, un Segismundo shakespeariano.

Conforme la obra avanza, creo haber encontrado las palabras para definirla: una comedia dentro de una comedia. Quien la haya visto, creo que me comprenderá.

El argumento me llamó la atención desde el principio, y la transformación de los personajes reales en personajes teatrales es una maravilla, sobre todo el monólogo final de Petruccio para acabar convertido de nuevo en el borracho Sly.

La famila del señor Bautista Minola es completamente bipolar. Por un lado, su hija pequeña Blanca, con su belleza pura y virginal, con miles de pretendientes besando sus pies. Y por el otro, su hija mayor, Catalina, de carácter arisco y con una retahila de insultos dispuestos a salir de su boca a la mínima que alguien se le acerque. El dilema es que los enamorados de la pequeña Blanca no se podrán casar con ella hasta que su hermana mayor haya contraído matrimonio. Así que estos pretendientes desesperados - cabe destacar la actuación de David Alarcón como Hortensio - buscarán un marido para la Minola mayor.

Y entra en juego Petruccio de Mantúa, hijo de Vicencio, que quiere casarse no por amor, sino por dinero y no encuentra ninguna desventaja en el caracter indomable de Catalina. A partir de ahí, la obra se torna en un manatial de risas en los intentos de Petruccio en domar el humor de su futura esposa. La escena de "¡Pero por qué dicen que eres coja!" es memorable.

Otra frase que llamó mucho mi atención fue:
Petruccio: He oído decir que vos tenéis una hija, de nombre Catalina, que es bella y virtuosa.
Bautista: Sí, tengo una hija... de nombre Catalina.

En resumen, que es una obra que merece de veras ser vista y escuchada, pues la diversión está asegurada.

Saludos!



5 comentarios:

Ladynere dijo...

¿Fuiste ayer al teatro? Yo también fui ayer! No habrá manera de encontrarnos, no... ;)
¿Qué tal las navivacaciones?
Besos!

Thurvangar dijo...

Nunca jamás he tenido oportunidad de ir al teatro, pero es algo que me obsesiona desde hace tiempo... Mayormente porque vivo en un pueblo dejado de la mano de Dios (vale, no tan dejado) y es un coñazo tener que marchar a la city cada vez que quiero hacer algo... (qué suerte tienes ¬¬ ^^ xD)

maRini dijo...

Uf...hace que no piso yo un teatro...
creo que, sin contar las del colegio,solo he visto Don Juan Tenorio xD...
Aunque me gustó,preferiría haber visto una obra de Shakespeare.
Thurvangar se queja de vivir en pueblo,yo me quejo de vivir en una gran ciudad xDDD
En madrid no hay forma de pillar entradas para nada (y mira que el teatro clásico esta alrededor de los 20-30 euros la entrada, nada en comparación con el resto de actos que se celebran. Ya se sabe,menos público..)
En fin,me alegro que te gustara ;)
Saludos!!

Ladynere dijo...

A finales de Enero tenemos otra vez teatro clásico, ... ¿vamos?

http://www.teatroprincipalzaragoza.com/repre.php?id=253

;)

nonosasustanlosvampiros dijo...

Uuuuh esa obra la voy a ir a ver yo,asi que si tu dices que está bien...:)

Crepúsculo fue muy decepcionante la verdad.

Besitos única novia de Johnny Deep ;)