lunes, 31 de agosto de 2009

Esquilones de plata llevan los bueyes

Hace un pocos días, el 19 de agosto, se conmemoraba la muerte de uno de los poetas más famosos del panorama español y, en añadidura, uno de mis predilectos: Federico García Lorca, que fue asesinado en Granada cuando corría el tenebroso año 1936. En este año también hubo de dispersarse la Generación del 27, generación formada casi en su totalidad por poetas y una - por no decir la más - de mis etapas literarias favoritas por la grandeza de todos y cada uno de sus integrantes - aunque, como comentaba, Lorca se lleva el primer premio.

Y para conmemorar - aunque con retraso, no lo niego - a este hombre, aquel cuyos versos no me hacen sino vibrar, dejo dos poemas suyos que reflejan su bipolaridad y que es acaso lo que lo hace tan valioso. Pues, sí, Lorca pasó por lo más tradicional y sobre todo, popular con su Romancero gitano para dar con sus huesos en Nueva York, donde, casi ahogado, pudo escribir Poeta en Nueva York, obra que - me atrevería a decir - se trata de la cima del Surrealismo.


Romance de la Luna, Luna
(de Romancero Gitano)

La luna vino a la fragua
Con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos

y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
-Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
- Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,

te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

-Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.

-Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
ay, como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.

El aire la está velando.



Vals en las ramas
(de Poeta en Nueva York)

Cayó una hoja
y dos
y tres.
Por la luna nadaba un pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien.
La dama
estaba muerta en la rama.
La monja
cantaba dentro de la toronja.
La niña
iba por el pino a la piña.
Y el pino
buscaba la plumilla del trino.
Pero el ruiseñor
lloraba sus heridas alrededor.
Y yo también
porque cayó una hoja
y dos
y tres.
Y una cabeza de cristal
y un violín de papel
y la nieve podría con el mundo
una a una
dos a dos
y tres a tres.
Oh duro marfil de carnes invisibles
Oh golfo sin hormigas del amanecer
Con el numen de las ramas,
con el ay de las damas,
con el croo de las ranas,
y el geo amarillo de la miel.
Llegará un torso de sombra
coronado de laurel.
Será el cielo para el viento
duro como una pared
y las ramas desgajadas
se irán bailando con él.
Una a una
alrededor de la luna,
dos a dos
alrededor del sol,
y tres a tres
para que los marfiles se
duerman bien.

Y esta noche, por Lorca y tan solo por él - aunque quizá el calor zaragozano también tenga algo que ver - dejaré mi ventana abierta...


Despedida
(de Canciones)

Si muero,
dejad el balcón abierto.

El niño come naranjas.
(Desde mi balcón lo veo.)

El segador siega el trigo.
(Desde mi balcón lo veo.)

¡Si muero,
dejad el balcón abierto!


Besos!
>N

3 comentarios:

Laury Muñoz dijo...

Lorca era un genio. A mi me encanta!!!
Un besazo.

maRini dijo...

Yo creo que a Lorca siempre se le ha considerado el más importante de la generación del 27 y bueno,creo que su talento está bien reconocido y merecido,obviamente,pero no sé porque a mi me llama más Miguel Hernández o Luis Cernuda. El primero quizá porque despierta en mi una sensibilidad que Lorca no consigue (almenos en el mismo grado); y el segundo,quizá solo por su etapa de madurez y sus poemas sobre la guerra civil.
En fin,no soy muy entendida en el tema,la verdad, pero visto que tú sí,me alegra ver entradas como esta.
Un saludooo!

Ismael U. V dijo...

Que grande Federico! Lindo post.
Saludos.