jueves, 6 de octubre de 2011

Es Muss Sein (o de las casualidades para llegar a ti)

Hace siete años se produjo casualmente en el hospital de la ciudad de Teresa un complicado caso de enfermedad cerebral, a causa del cual llamaron con urgencia a consulta al director del hospital de Tomás. Pero el director tenía casualmente una ciática, no podía moverse y envió en su lugar a Tomás a aquel hospital local. En la ciudad había cinco hoteles, pero Tomás fue a parar casualmente justo a aquél donde trabajaba Teresa. Casualmente le sobró un poco de tiempo para ir al restaurante antes de la salida del tren. Teresa casualmente estaba de servicio y casualmente atendió la mesa de Tomás. Hizo falta que se produjeran seis casualidades para empujar a Tomás hacia Teresa.

Milán KUNDERA

Hoy, hace dos años, se dieron una serie de casualidades que me llevaron a ti. Y cuando pienso en todas ellas, en todas esas casualidades que hicieron que el 6 de Octubre del 2009 nos encontrásemos, me doy cuenta de la íncreible suerte que he(mos) tenido y de la historia única e irrepetible que estamos viviendo. He aquí la lista de casualidades, para quien quiera saberlas, o si no, para sorprenderme a mí misma una vez más:

1. Que mi madre insistiera en apuntarme a la escuela de idiomas.
2. Que en el examen de nivel sacara 2º de Intermedio, el mismo nivel que tú.
3. Que se llenasen las plazas de Zaragoza por sorteo y que no se liberase ninguna en Septiembre.
4. Que mi madre tuviera la posibilidad de matricularme en Zuera.
5. Que mi madre me matriculara en Zuera (¡gracias!), asumiendo después mi tremendo enfando.
6. Que el 6, el segundo día de clase, tú vinieras y yo también.
7. Que dejaras los libros tirados por el pasillo.
8. Que yo los pisara, pese a tus advertencias.
9. Que en clase hiciéramos el ejercicio de Find someone who
10. Que me fuera de mi sitio.
11. Que tú te sentarás en él.
12. Que al volver me dijeras si quieres recuperar tu silla, tendrás que responder a unas cuantas preguntas.
13. Que me preguntaras si sabía tararear el himno americano.
14. Que me dijeras que tenías facebook.
15. Que, después, te portaras mal y te castigaran a mi lado.
16. Que la profe no supiera poner el CD y pudiésemos hablar.
17. Que cotillearas mi diario de Londres.
18. Que te copiaras mi blog y mi facebook.
19. Que al llegar a casa, me estuviese esperando ese mensaje.
20. Que fueras tú, y no otro.

Dos añitos han pasado de eso. Dos añitos del cuidado, cuidado, cuidado, del no pasa nada, son viejos, del Find someone who, del can you hum the american anthem?, del Do you like Ringo?, del bus schedules. Dos añitos desde que dejáramos de ser pequeños.

Fue un placer descubrirte. Pasarían unos cuantos meses hasta que pudiera besarte, pero me encantó conocerte. Y por eso guardo todos esos retazos de seisdeoctubredeldosmilnueve para que no nos olvidemos nunca de ellos, sí, del guille y de la nata de 17 y 16 años que un día, sin quererlo, se encontraron.

Y colorín colorado, este cuento (no) se ha acabado.
Nata

4 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Y eso sin contar las casualidades que fueron surgiendo conforme pasaba el tiempo: Navidad, Beatles, Ray, Luces, que, inconscientemente, fuera un 6 y no otro día cuando te dije que no salieras conmigo para que no lo escucharas y me dijeras que sí, y mucho más y que te quiero y me quieres que luego era te amo y me amas y te amo y me amas y nos amamos, pero que es mentira, y es más y no existen las palabras y siempre, siempre... ¿Te acuerdas cuando coincidimos en Londres este verano? (iji)
Mi querida Nata, felices 20 meses, ¡y que sigan las casualidades!

Rocío dijo...

Felicidades!
Sin duda es una buena forma de empezar una historia de amor.
Y que sigan los beatles sonando de fondo muchos meses más ;)

Cel dijo...

Bonitos (=