Raincoats

Ya no queda nada para que llegue el invierno y el sol veraniego huya a refugiarse. Sin embargo, todo tiene su encanto, ¿verdad que sí? Como adelanto ya tenemos el mes de septiembre que, pese a ser uno de los menos deseados por todos, es un mes que siempre me ha gustado porque siempre me resulta dulce, gris e incluso rutinario - y quizá por eso agradecido.

He vivido muchas experiencias en meses de septiembre y este periodo del año suele aparecer bastante en casi toda "mi literatura" - so pena de pecar de jactanciosa al hablar de mis escritos así. Alguien me dijo hace poco que hay varios factores que se repiten mucho en todos esos escritos y que incluso me obsesionaban. Puede que así sea. El color gris es uno de ellos y no tengo reparos en confesarlo. Uno de mis poemas - mejor dicho, proyecto de poemas - viene bastante al tema - para los interesados anda por aquí.

Pero quizá lo que más refleja para mí septiembre, o por lo menos el septiembre de este año 2009 - que será el menos rutinario de todos, desgraciadamente - es una simple frase de una -no se puede decir simple- canción de los Beatles. Unos dicen que habla de John y de Paul, otros de John y Yoko, pero a mí no me importa. Creo que es una canción de amistad, de una amistad imperecedera y - puede que por la falta de práctica en esto - la frase de la que os hablo me fascina:

Two of us wearing raincoats

Así de especial soy yo - se lo comentaba a Carr el otro día - que una sola frase, una sola palabra - fue el caso de raincoats que al principio me sonaba demasiado similar a Ringo- haga que algo me obsesione. Quizá a eso se refería mi ya y desgraciadamente exprofesor cuando me comentó mi obsesión con ciertas cosas. Pero no me culpéis a mí. Culpad - dulcemente - a aquellos que han marcado mi personalidad: Carlos Ruiz Zafón y su Barcelona gótica, Jane Austen y sus señoresdarcy, Carl Anderson y su hot coffee o Los Beatles y su Ringo.

Besos y feliz inicio - algo tarde - de septiembre.